sábado, 7 de febrero de 2009

¿QUIEN GANA?

(Artículo escrito días después de las olimpiadas 2008)


Acaban de pasar las olimpiadas y el mundo tiene los ojos puestos en todos los ganadores y esperanzas de todos los países, tal y como se hace cada 4 años en las olimpiadas y copas del mundo. Esto es muy emocionante pues todas las personas esperan que ganen participantes de su nativo país y sentir el orgullo nacional. Como al ganar un equipo o individuo en una competencia tan importante, sabes que su preparación previa tuvo lugar a muchos sacrificios en su vida. Y no se diga de lo que sienten los mismos que ganan, pues si al ganar un evento local, estatal o nacional se siente una alegría y orgullo impresionantes, tal será en el evento internacional o mundial.

Todo esto conllevo a muchos esfuerzos en sus antecedentes de preparación para la competencia, esto pudo haber sido de hasta años de dedicación en la que la persona dejo muchas cosas en su vida que aunque gustaba de ellas tuvo que dejarlas y esforzarse por esta meta en especial, aunque no haya tenido tanto esfuerzo y haya llegado a la cima, sabemos que dentro de todo premio hay un esfuerzo realizado previamente a esta entrega de la señalización dada de ganador. Lo cual les ayuda a que su nombre perdure por el paso de los tiempos y difícilmente se olvide.

Pero hablando de todo esto y los ganadores que todos conocemos tanto de los juegos olímpicos como de cualquier cosa realizada y sabemos que se hacen famosos por lo mismo, también hay perdedores. Perdedores que sus nombres no perduran y son olvidados con facilidad por decepciones o fracasos dados en lo que estaba haciendo. Esto es muy cruel, todo mundo lo sabe, pero es inevitable. Siempre habrá un ganador y un perdedor. Por más esfuerzo que haya tenido esta misma persona, hasta el punto en que se haya preparado con el mismo entusiasmo y dedicación que el ganador, haya perdido. Puede que haya dado lo mejor de sí mismo y ofrecido mas cosas que las personas que ganaron, pero lamentablemente se quedo en el camino.

Sí, se que en este punto de este artículo nos sentimos mal por todas las personas que les ha sucedido algo parecido, que sabemos la alegría que atrae el ser ganador, la mayoría de las personas saben lo que se siente estar de los dos bandos. Pero ahora si viene la pregunta del millón, ¿quién realmente ganó?

Esta respuesta la encontré cuando vi la película “Sin limites”, en la que sale un corredor de fondo que registro muchas marcas mundiales, pero se decepciono al no ganar las olimpiadas. El entrenaba y corría por placer a lo que hacia, así pues siguió después del desaliento de saberse perdedor, dando lo mejor de sí en cada carrera que tomaba. Siempre daba lo mejor de sí, hasta el punto de no hacerle caso al entrenador y dar más de lo que podía en estos eventos. He aquí la respuesta, ganar no quiere decir obtener el primer lugar. Ganar significa dar todo lo que puedes, dar lo mejor de ti, dar todo y más.

A veces los que sabemos ganadores son perdedores y de manera viceversa. Pues hay ganadores que en su vida hacen algún esfuerzo, ganan sin tener que partirse el alma por lo que quieren y lo obtienen sin ninguna satisfacción por el mismo hecho en el que nada los motiva. “Al que pueda ser sabio no se le perdona que no lo sea”, frase de San Josemaría Escrivá, que en realidad es muy cierto. Hay personas que tienen capacidades extraordinarias para sacar y dar fruto de ellas, pero nunca las tratan ni lo intentan. Estas son las personas que pierden, tienen la gran oportunidad, oportunidad que muchos desearían y morirían por tenerla, y no aprovechan como deberían. Tal desperdicio de talento es como tirar oro, diamantes y dinero a la basura, o simplemente tenerlos guardados el resto de tu vida; con los que pudiste abrir muchas puertas y fruto de los mismos.

Recuerda, ganar no es ganar, es dar todo lo que tienes de ti por lo que quieres. Y saberte que no pudiste lograrlo, tener tus propias metas, que sobrepasen tus capacidades, acorde a tus mismas capacidades y talentos. Aprovechar todo lo que podemos lo que podemos y dar hasta el último aliento, siempre. Hasta este momento, y solo hasta este momento en el que diste todo de ti durante toda tu vida (aunque no ganes premio alguno), te sabrás ganador. Ganador mejor que el que tiene el título y señalamiento de todas las personas. Un ganador de corazón que será mejor persona que el que gano y nunca se esforzó por lo que consiguió.

Todos tenemos la oportunidad de ganar. Ganar esforzándonos y dando toda la dedicación posible a un deporte, al estudio de una carrera profesional, al desarrollo de un negocio, al mantenimiento para que perdure una relación, a mantener a esos amigos y familia junto a ti. Créeme está es la mejor manera de ganar, aprovecha lo que tienes al máximo y nunca desperdicies estas grandes oportunidades, da tu 110% de tu capacidad en todo.

Ganadores hay muchos, pero verdaderos ganadores muy pocos.

Alex Arriaga

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